Marketing antropogénico

Lograr productos que no dañen la salud y los diferentes ecosistemas, implica que el marketing participe más estrechamente con innovación, investigación y desarrollo de productos.



Marketing antropogénico
Con usuarios y generaciones cada más vez más informados y preocupados por su salud y el ambiente que les rodea, la existencia del término "antropogenia" hoy toma más relevancia que nunca.

El hecho que los consumidores se preocupen más por la información nutricional, materia prima utilizada en su elaboración y el tipo de posible daño que cause al medio ambiente su presencia, no es en sí porque ellos lo deseen, es porque han sido obligados a hacerlo debido a la poca importancia que los productores de alimentos, bebidas, bienes y servicios prestan sobre el impacto que generarán al cuerpo humano y el medio ambiente.

¿Qué es la antropogenia?

Cuando algo es antropogénico, se entiende de éste como "un mal o desastre inflingido a la naturaleza y que ha sido generado o producido por la actividad del ser humano".

De esta forma, tenemos presentes el uso de carbón para generar electricidad, con la conocida contaminación y daño ambiental que orgina. Además, tenemos productos farmacéuticos que, a pesar de que son excelentes para combatir algunas enfermedades o reducir el dolor generado por las mismas, convierten a los pacientes en dependientes, transformándolos en adictos similares a los de cualquier tipo de droga ilegal.

Es hasta nuestros días que la producción e innovación apuntan hacia el bien de la salud y la protección del medio ambiente, favorecido por el gran avance tecnológico que ha permitido estudios más efectivos en cuanto al genoma humano y el estudio de los diversos materiales utilizados para producción de bienes (desde aleaciones más amigables con el medio ambiente, hasta mayor resistencia y facilidad de reciclado).

Es así que hoy vemos tendencias como la nutrigenómica para dar solución a los problemas y necesidades del mercado, mientras que comprobamos el gran desarrollo de la ciencia de materiales que ha dado nacimiento a alternativas más amigables con el medio ambiente, mismo que hemos presenciado con el inicio de la carrera comercial espacial, en que gran parte de la tecnología y materiales utilizados son reciclables.

Marketing y antropogenismo

Y es aquí donde el marketing antropogénico entra en acción, no para generar productos, servicios o campañas enfocados a lanzarlos al mercado para productir daños... todo lo contrario

El marketing, desde siempre, se ha basado en principios y técnicas que están orientados a satisfacer las necesidades del mercado. Necesidades que han sido detectadas mediante las actividades de investigación y el conocimiento de los hábitos y requerimientos de un mercado, ya sea en forma general o para un segmento.

Si bien la historia nos ha permitido conocer de la forma en que la cuarta P del marketing (promoción) ha sido mal utilizada, es importante comprender que el marketing de hace siglos o décadas no se compara al actual, principalmente por el surgimiento de legislación enfocada a dos cosas muy importantes: el consumidor (y su salud) y el cuidado del medio ambiente.

Y es que es muy fácil crear ideas, productos o servicios, pero lo realmente complicado es el producirlos sin que éstos dañen la salud de las personas y/o el medio ambiente.

¿Se imaginan qué sería de la humanidad hoy en día si en lugar del auto que funciona a combustión interna (gasolina), Ford hubiera pensado en hacerlo, sí, igual, pero en base a energía solar? ¿O si Coca Cola hubiese pensado, en primera instancia no utilizar azúcar en sus bebidas? o, desde el otro extremo de la balanza, ¿si las autoridades de ese entonces hubiesen contado con una visión futurista para exigir medidas y tecnología que no dañara el medio ambiente y la salud de las personas?

El antropogenismo es algo que hoy en día prevalece sin importar a las grandes mayorías. Lo vemos en la corrupción que permite el lanzamiento de productos que dañan la salud mediante su uso (el daño a la vista debido al brillo u obscuridad de las pantallas de diferentes dispositivos). Lo vemos en la falta de disposición para establecer reglas del juego en forma más estricta para evitar desastres, por ejemplo, que los ingenieros y toda la industria de la construcción hagan su mejor esfuerzo por crear productos que tengan la capacidad de resistir movimientos sísmicos de más de 8 grados.

Lo vemos en la aprobación, por parte de las entidades gubernamentales encargadas de la salud, de medicamentos que, sí, alivian o sanan de una enfermedad o padecimiento pero que, desafortunadamente, al solucionar tal padecimiento, provocan que el higado, los riñones o el estómago se vean afectados.

Todo lo anterior, sin duda, nos permite deducir que el marketing ha estado por siempre ausente, incluso en las empresas que se consideran grandes y que por siempre han dicho que lo usan.

Vil mentira, pues todo lo anterior nos indica, sin problema alguno, que todo lo que hacen o han usado de parte del marketing ha sido, es y, al parecer, será la cuarta P que se enfoca a promocionar los productos, no a la primera, que es la encargada de definir qué tipo de proveedores (involucrando la elección de materia prima y demás suministros) y productos son los más adecuados para satisfacer las necesidades del mercado que han sido detectadas.

Por supuesto, sin hacer de menos el conocimiento y experiencia que se obtiene desde la ingeniería.

Este artículo fue publicado en Junio 29, 2020

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